¿A dónde vamos a parar?

Hablando de educación como hablar de todo un poco, me encontré en una reunión de estudiantes en la universidad, de la carrera, discutiendo acerca de los planes curriculares y de las pensiones, tema del que aún recolecto información. Mientras tanto al frente mío, una chica de ropa cool, muchas ganas y poco seso habla retorciendo el tema implacable del “hagamos pero no entendemos que pasa”. Me quedo con la mirada perdida en ella y cavilo... ¿qué carajos le enseñaron antes de llegar acá?.

En el caso hipotético de que la educación se basara en conocer Mafalda y a Quino, es claro que algunas preguntas de cultura general serían importantes para “nocionar” acerca del mundo, pero no todos somos memorias ambulantes porque se tuesta el cerebro ó no lo preguntaría cualquiera y no es de sobrevivencia saberlo. Así que responder, ¿cómo se llama la mamá de Mafalda?, ¿cuál es el nombre completo de Susanita?, ó ¿de dónde son los padres de Manolito???? serían abundantes datos de tipo para nada complejos.

Sin embargo, para quien pisa los templos mayores del saber y se jacta de ello, es deber “comprender” los pormenores de los personajes, el ambiente y el contexto en el que se desarrollan; que sepa las respuestas de memoria esta bien, que no le interesen es extraño, que le aburra es majadería, pero que no me sepa responder ¿qué significa la sopa en la Mafaldología?!!!!! es ridículo, imbécil y de poco respeto para quien ha estado sentada escuchando por una hora.

Y ahí es cuando cojo mi maleta, me levanto, salgo, me devuelvo por la sombrilla y me voy a preguntarle a otros con más dedos de frente.

Créditos: A la “anormalidad académica”
Respuestas: * Raquel. * Susana Clotilde Chirusi. * De España, cabeza arriba, en Galicia, para más señas.