11 de noviembre de 2007

"Chica banda"

Mi abue y mi tía viven en una casa grande de dos pisos en la que ocupan tan solo el primero. En el segundo habita una familia venida a menos de 5 personas; los padres y los “chicos”: tres adolescentes que van de los 19 a los 14 años y un perro que se llama como todos los perros… “Lucas”.

La madre es una loca desquiciada amante de los cigarrillos y el tinto, gritona e hipocondríaca; el padre es un trabajador de clase media, abnegado y tristón mangoneado. La hija-segunda es estudiante de último año de un “inteligente” –no prestigioso- colegio de Bogotá, novia de un tipo 10 años mayor que ella que se hospeda desde los viernes en la noche hasta los domingos a las 10:00 p.m. porque es demasiado tarde y después demasiado temprano para irse a su casa. El Benjamín de la casa es un cabeza-dura pre-adolescente sin más trabajo que terminar el colegio.

Pero la que me ocupa en este apartado es la hija mayor, N. tiene 20 años, según la madre fue llamada de la Universidad Nacional por su excelente examen del ICFES, aunque todos sabemos que pagaron seis meses de pre-universitario, y carga con un noviecito al que acabaron de pagarle 7 millones de pesos para sacarlo “legalmente” del entrenamiento de las F.F.A.A, porque era demasiado esfuerzo para él.

Hace unas noches, se desató un escándalo del que mi abue no sabe mucho ya que no oye muy bien, pero del que mi tía se enteró TO-DO: eran las 8:00 p.m. estando toda la familia en la casa, la madre se da cuenta que no se escuchan ruidos y se levanta… el chico esta jugando, la segunda ve televisión y ¿la mayor?, pues la ha descubierto con el noviecito en pleno “ajetreo” como diría mi tía, a lo que ha empezado a gritar: “LO MATO, LO MATO!!!” y mientras salió por el arma homicida –un cuchillo-, el padre le dice que se vaya y el chico se escapa. Por lo tanto, se arma un lío de tamañas proporciones en el que gritos van y llantos vienen.

Pero ahí no para, al rato timbran y resulta ser el padre del “criminal” que viene a pedir cuentas del por qué han querido matar a su muchachito… y hasta acá va la historia porque a mi tía le dio frío de estar en el patio. Al siguiente día sacaron a la madre en shock nervioso rumbo al hospital.

Mi pregunta es, si pasa en una familia normal, ¿qué no se puede esperar del familiar-país?
Créditos: A las chicas maalas, con cara de buenas. -_-
Fotografía: Ruven Afanador

4 comentarios:

Pi dijo...

.. y es ahí cuando una se siente bien con sus locuras je je je

"familia bien venida a menos" eso me recuerda a mi abuelita, así como "gente bien bien; niña de su casa; niña de familia"...

por parte materna vengo de una familia bien venida a menos y paterna de una familia campesina venida a más... entonces, yo qué soy? nada supongo, menos con más se anulan.. jejej (q no se note la pereza q tengo de ir a estudiar)

Abrazos chica

VICA dijo...

Juajajaja!! Es que en este mundo hay de tooodo, y cuando digo toodo es tooodo.
Abrazos y el chico?? cuándo tocan??!!

Josefa dijo...

qué buen relato... vaca para comprarle una súper chaqueta a la tía jejeje

VICA dijo...

Mi tía en pró de los "cuentos emocionales"!!! que pecao...
ejejeje