Cartagena

Tácitamente, aquellos que viajan por la época del Festival de Cine tienen un lema que ha pasado de generación en generación, de año a año: “Lo que pasa en Cartagena se queda en Cartagena”, nadie sabe, nadie recuerda, nadie quiere hacer memoria y acá no ha pasado nada, pero es tiempo de cambiar esto; YO les voy a contar lo que sucedió, voy a correr ese velo de incógnitas y contar lo que La Heroica contiene para aquellos visitantes universitarios que viven y !!respiran cine!!:
- Comer ceviche en cualquier parte no te hace daño.
- No se consigue almuerzo por menos de 4 mil pesos.

- La cerveza más barata esta en la Plaza Fide.

- La Caponera ofrece servicios a clientes extranjeros.
- Si se consiguen minutos a las 3 de la mañana.
- Los huevos se pueden hacer en olla arrocera.
- El arrendador del piso 24 es como traqueto y los vecinos te vigilan.
- La mitad de los taxistas son lo peor, jamás ponen atención.
- En el castillo de San Felipe se paga entrada y carísima.
- El termostato de los teatros esta en – 2 grados.
- Los brasileros son como queridos.
- El profesor encargado G* patrocina garrafas de ron y te alienta a portarte mal.
- El director de Satanás se ganó el peor discurso del planeta.
- La vieja francesa que se peleó con medio centro de convenciones también es una bruja.
- Y por supuesto, si es posible entrar a los eventos sociales sin escarapela VIP.

Por lo demás, no se sorprendan, Cartagena es imposible, apenas si tiene algo de playa, mucha brisa, demasiado mar, algo de calorcito, poquito de ron y un pobre Quiebra-Canto, pero todo lo compensa el jugo de banano en leche.
Soy una sufrida aunque la próxima vez, me llevo al chico y un saco que me convine.

Créditos: A los docus.

Fotografía: Cartagena por mua.