6 de agosto de 2008

Evitar

MADRE: Pues gorda, como gooooorda, no estás, estas gordita.
VICA: Sniff

No hay mujer que no se preocupe por su peso ó en su defecto por su figura. Aquella mujer que dice: “no me preocupa mi peso”, MIENTE con ganas, MIENTE con alevosía y premeditación y MIENTE porque quiere evitar que le pregunten si es anoréxica ó en el peor de los casos uno evita preguntarles porque se parecen a la endemoniada Michelle Bundchen.

Cito: “Odio los probadores colectivos. Todo el mundo mira de reojo el cuerpo de los demás pero no miran a los ojos a nadie. Siempre hay chicas que saben que tienen un aspecto estupendo se pongan lo que se pongan y que bailan radiantes alrededor de los probadores, moviendo las melenas y posando frente el espejo como si fuesen modelos diciendo: ¿Me hace parecer gorda? A sus inevitables amigas obesas que, se pongan lo que se pongan, parecen focas”. Bridget.

Y hay días en los que me siento así, como la amiga foca, aunque a decir verdad y si lo pienso detenidamente, no tengo amigas como sílfides, benditas ellas. Desde comienzo de año he estado aumentando de peso y no me imagino porque, no será por haber dejado de hacer ejercicio, ó porque haya cambiado mis hábitos alimenticios, ó ¿será que si? Voy a pensar seriamente en esto, mientras espero que la genética haga efecto en algún momento y como primer paso de mujer comprometida, buscaré agotar los dulces de la alacena para no volver a comprar más.
Créditos: A la alacena.

4 comentarios:

Pi dijo...

Cómo detesto el condescendiente gordita.. me suena a mi madre:

- Mamá mamá! mira, cómo me quedó? (esperando un bonito, tierno, etc)

Responde

- Simpático (absolutamente informe)...

Engage? con el chico??????????? (sí, chisme.. y miente también la que dice no sentir mínima curiosidad por las vidas ajenas)

Mi madre aconseja almorzar con helado.

Abrazos

Josefa dijo...

Se te ayuda en lo de agotar los dulces ;)
un abrazo...

Del Mar dijo...

creo que yo soy la amiga foca, así que no me quites el puesto.
Sniff

Milo Martínez dijo...

Después de una semana de madrugar y tres semanas de dolores fruto del ejercicio, huír fue la mejor elección, aunque no la más sana.

Sus mercedes (y sabes por qué amplío la respuesta) verán.