20 de febrero de 2009

Aparte



Apartes de Dichterliebes
De un escrito por Noé Jitrik

El verano estaba adelantado y los bares ardían;
presumo que fue eso lo que nos empujó a las calles;
nos arrastrábamos por la noche
y mucha cerveza corrió por nuestros labios,
tanto como el río de amor que nació en mi.

Supongo que mentía por razones profesionales
o tal vez por alguna otra cosa que no entiendo;
el hecho es que pienso todavía en esas certidumbres
y en nuestras sombras fanáticas por ellas,
y las noches buenas amigas,
me devuelven la escalinata de dolor que descendí.

Pero hubo más, hubo una tortura mutua, un insospechable sadismo
que redujo a cero el ámbito heroico y la conquista:
también temblábamos, pero ahora de maldad,
desechábamos el verano, huíamos pertinaces de la noche,
los nervios nos brillaban como estrellas.

En realidad, estallamos al modo de las bombas
y nos alteramos, con lo cual tanto paseo tuvo su remate.
Pero sabíamos que no era cuestión de derechos,
que ninguna dignidad estaba herida;
era la ficción, era el arte que nos sedujo y nos rodeó,
era la noche y la estación avanzada.
Eso después lo entendimos y supimos con melancólicas razones,
que una cosa es la cerveza y otra, el amor.

A las fabulosas mujeres.

1 comentario:

VICA dijo...

Para las que lloran y se quejan, dijo un amigo....