Yo no sé qué le pasa a la juventud de ahora, una parejita de desocupados empezaron a llamarme y cuando contestaba empezaba un voltaje de gemidos, seguido de “si, si, si…”, de él y después de ella… ¡¡¿PERDÓN?!! Cogan oficio!!, no jodan… y la respectiva colgada de teléfono… pero como les quedó gustando siguieron llamando hasta que contestó el chico… y después de un rato de silencio al teléfono, él les dice: “Porqué no van a rascarle los piecitos a su abuela ¿ah?”... y a pesar de lo que pueda mucha gente creer, no han vuelto a llamar!
25 de abril de 2009
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5 comentarios:
Já, ami kasa la cogen de parche los niños sin madres como la mía. Ay de que uno fuera a coger el bendito telefono pa' hacer pegas y viera ud. la limpia que le daban a uno.
Oiga hace rato no pasaba por aquí y me impresiona la insistencia y constancia. Ha! me gustaron los cambios.
Qué suerte que haya hecho efecto la frase :) ¡Saludos!
Saludos dears...
Pobrecita la abuela del par de gemidores. Lo curioso es que esas extrañas costumbres son cada vez más cercanas... siempre hay uno que otro aberrado (no el dr, por supuesto) que busca sonrojar señoritas, escandaizar señoras y ofender señores con tal tipo de pendejadas.
Bah, por eso es que ya ni me tomo el trabajo de contestar el teléfono.
La gente es muy desocupada, pero tu chico actuó como todo un caballero :P
Saludos
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